domingo, 25 de agosto de 2019

EL CABALLERO DE SAINT-GEORGE

JOSEPH BOULOGNE, CHEVALIER DE SAINT-GEORGE, EL "VOLTAIRE DE LA MÚSICA". A 220 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO.



Uno de los más renombrados músicos y compositores de la Francia de la segunda mitad del siglo XVIII fue un afroamericano: Joseph Boulogne o Boullongne, conocido como Monsieur o Chevalier de Saint-George (también de Saint-Georges). Lo conceptuaron en su tiempo como “el Voltaire de la Música”, “el famoso Saint-George” o “el Watteau de la Música”, y fue una rutilante figura del Siglo de las Luces. Sin embargo, luego de su muerte permaneció desconocido hasta fines del siglo XX. ¿Cuál fue la razón por la cual se sepultó en el olvido a este ingente talento musical? Les invito a conocerlo.

Joseph Boulogne o Boullongne (en ortografía de la época), Chevalier de Saint-George (él mismo se denominaba “Monsieur de Saint-George”), nació en la isla de Guadeloupe (colonia francesa en Las Antillas) el 25 de diciembre de 1745 (aunque algunas biografías lo datan en 1739), hijo ilegítimo del terrateniente francés Guillaume-Pierre Tavernier de Boullongne y de una bellísima esclava senegalesa llamada Anne pero conocida como Nanon (Anne Nanon). Su padre y su esposa Élisabeth Merican lo criaron como si fuera verdadero hijo de ambos. Tras un breve tiempo en Santo Domingo (la isla que hoy comparten Haití y la República Dominicana), en 1748 el matrimonio Tavernier, con Nanon y Joseph, parten hacia Francia y se instalan en París. El joven Joseph, con total desapego de los perjuicios que existían contra los de origen africano, recibe una exquisita educación a cargo de los mejores maestros, que cuidó su padre: nada menos que Nicolas La Boëssière en Esgrima (quien además le transmitió su exquisita cultura), y en Música (no se sabe mucho de sus iniciales profesores) perfeccionó sus conocimientos con Jean-Marie Leclair en violín y con François-Joseph Gossec en composición musical.

Con su bagaje de conocimientos, su inteligencia y contra todo el racismo imperante de su época, Monsieur de Saint-George (como él se denominaba) o el Chevalier (título que le correspondía por derecho, y como se le conocía habitualmente desde 1764) de Saint-George se impuso en todos los círculos más elevados de la aristocracia y de la sociedad francesa. Muy destacado maestro de esgrima (su retrato estaba en los salones de ese deporte más importantes de Francia y de Inglaterra), alto, atlético y eximio deportista (se decía por John Adams que con un disparo de pistola acertaba una moneda lanzada al aire), culto, provocador y seductor, fue el “coqueluche” de París, a quien se le atribuía innumerables aventuras amatorias.

Maestro de música de la joven Reina María Antonieta por 1774, en 1776 Luis XVI (por consejo de su esposa) lo designó Director de la Académie Royale de Musique (L’Opéra Royale, hoy L’Opéra de Paris). Eso desató un escándalo: se firmó una petición para que se revocara la nominación, y algunas divas y músicos se negaron a actuar bajo Saint-George. ¿Cómo un mulato podía dirigirlos? Luis XVI, a pesar de que se puso inicialmente firme, tuvo que revocar el nombramiento.

No era un capricho del Rey el puesto musical que deseaba confiarle a Saint-George, porque éste era un excelente músico y compositor. Violinista sin par y también clavecinista, Gossec en 1773 le otorgó a Saint-George la dirección del Concert des Amateurs (en el cual era primer violín) cuando el primero tomó a su cargo Le Concert Spirituel. Bajo Saint-George le Concert des Amateurs fue considerada la mejor orquesta de Europa hacia 1775 (mejor que la de Mannheim a la que el crítico e historiador Charles Burney describió en 1772 como “an army of generals”, entiéndase). Compuso en cantidad y en calidad hermosos conciertos, sinfonías concertantes, sonatas para violín y cuartetos de cuerdas que se escucharon en toda Europa, obras de gran maestría, amén de varias óperas que se han perdido o de las cuales se conservan fragmentos, como “Ernestine”, “L’Amant Anonyme” y “La Fille Garçon” -sólo “L’Amant…” se encuentra completa en manuscrito-). Una característica de los conciertos para violín de Saint-George son sus movimientos lentos cargados de melancolía o más bien de “saudade”, para algunos un aporte claro de su americanidad. Estos endiablados conciertos ponen a prueba la habilidad del solista quien aparte de talento técnico, debe poseer pasión y alma para ejecutarlos; en los movimientos rápidos tiene que exhibir “chispa” y “joie de vivre”; en los movimientos lentos, debe conmover y emocionar.

Alguien llamó a Saint-George “el Mozart negro”; con ese título inclusive se produjo un documental sobre su vida (“Le Mozart Noir”), denominación que me parece muy infeliz salvo como marquetinera, porque Saint-George y Mozart eran totalmente diferentes entre sí; en todo caso, Mozart habría sido “el Saint-George blanco”. Creo que a ninguno de los dos les habría gustado tales expresiones. Mozart conoció en 1778 a Saint-George durante su estadía en París aunque (pese a los consejos de su padre de que frecuentara Les Amateurs) no quiso tener tratos con él (¿envidia? ¿racismo?; no lo sabremos).

Saint-George fue amigo personal del Duque de Orléans, que la Historia recuerda como “Felipe Igualdad”. En 1781, cuando se disuelve el Concert des Amateurs, Saint-George consigue el apoyo de Felipe Igualdad para refundar la orquesta bajo el cobijo de una logia masónica por fines de 1782, la “Loge & Société Olympique”, que ambos integraron (Felipe Igualdad había propiciado por 1780 el ingreso de Saint-George a la logia “Les Neuf Soeurs”, la cual habían integrado entre otros Voltaire, Benjamin Franklin y el Abad de Sièyes). En 1785 Saint-George viajó a Austria para encargarle a Franz Joseph Haydn las que fueron conocidas como sus “Sinfonías de París” números 82 a 87, de las cuales la 85 fue la favorita de María Antonieta (por eso se la conoce como “La Reina”). Estas sinfonías fueron ejecutadas en París dirigiendo Saint-George Le Concert de la Loge Olympique (cuyos músicos eran todos masones).

Fue célebre el “fencing match” de esgrima que el 9 de abril de 1787 Saint-George sostuvo con el Chevalier d’Éon (cosa curiosa, el Caballero de Éon vestía de mujer y tenía rasgos andróginos -sin duda, tema para otra historia-, y a pesar de su atuendo le ganó en número de estocadas a Saint-George) en Londres, en el Carlton House, encuentro que presenció el Príncipe de Gales y futuro Rey de Gran Bretaña George IV (para las malas lenguas de su tiempo, su verdadero padre era el Caballero de Éon).

Saint-George abrazará la causa de la Revolución Francesa (la toma de la Bastilla lo encontró en Londres, ciudad a la cual viajaba frecuentemente con su amigo Felipe Igualdad por entonces). Se unirá a los jacobinos y dirigiría como Coronel una compañía militar de unos 1.000 negros y mulatos que se conocería como la “Legión de Saint-George”. Víctima de una conspiración que lo acusó de corrupción y malversación de fondos, por fines de 1793 fue encarcelado y se lo liberó luego de caer Maximilano Robespierre en 1794. Se cree que entre 1796 y 1797 Saint-George estuvo en América, y que en ese período habría colaborado con el movimiento de Toussaint Louverture en Haití. En 1797 regresado a París y ya redimido, se le confió ese año la dirección de la Orquesta del Cercle de l’Harmonie en el Palais Royal, donde vuelve a brillar musicalmente hasta que la muerte (por infección o cáncer de vejiga) le sorprendió el 10 de junio de 1799.

La esclavitud, abolida en la Revolución Francesa por Ley del 16 Pluvioso del año II (4 de febrero de 1794), fue restablecida bajo Napoleón Bonaparte por otra Ley el 20 de mayo de 1802. Saint-George, además, había colaborado supuestamente con el movimiento revolucionario haitiano, que tenía a muy maltraer a los franceses por esa época. La música de Saint-George fue así barrida de todos los repertorios y silenciada, porque se consideró que la buena música era cosa de blancos y no de negros. Aparecerán recién por fines del siglo XX algunas ejecuciones y discografías aisladas de este autor, hasta que en 1999, en el 200º aniversario de su muerte, empezará a resurgir y a redescubrirse su obra, comenzando a difundirse una serie de conciertos y ediciones de discos en los primeros años del siglo XXI. Lo justo tarda pero llega. Es hora que nuestras generaciones conozcan y reconozcan el genio de Joseph Boulogne Chevalier de Saint-George, talento por derecho propio.

Les proponemos escuchar esta versión de algunos Conciertos para Violín y Orquesta del Chevalier o Monsieur de Saint-George, ejecutada por la Orchestre de Chambre Bernard Thomas teniendo como solista a Jean-Jacques Kantorow. Estoy seguro que su música les apasionará. Botón de muestra de la brillantez de un afro-francés que ante todo, también fue un latinoamericano.

https://www.youtube.com/watch?v=TT5cbArFpiw



Bibliografía de referencia y consulta:

ANÓNIMO, “Société Olympique”, s/f (1786?), s/e. 
EMÈPHE Pierre, “Saint-Georges, ce ‘Voltaire de la musique’”, en “Humanisme” No. 246/1999, ps. 96-102.
GUÉDÉ Alain, “Introït”, booklet del disco compacto “Monsieur de Saint-George, le Nègre des Lumières. Quatre Concertos pour Violon”, Forlane, 1999.
GUÉDÉ Alain, “Monsieur de Saint-George, le Nègre des Lumières”, Actes Sud Littérature, 1999.
HARRISON Max, "Music for connoisseurs. Haydn's Paris Symphonies", booklet del disco compacto "Haydn. The Paris Symphonies Nos. 82-87", Philips, 1993.
“Le Chevalier de Saint-Georges (1745-1799), Afro-French composer, violinist & conductor”, en “https://chevalierdesaintgeorges.homestead.com/Page1.html”.
“http://raymondstjean.com/en/portfolio/le-mozart-noir/”.





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