domingo, 15 de septiembre de 2019

LA CARTA NO ENVIADA DE BEETHOVEN II

PSEUDOCULTURALES - LA CARTA DE AMOR QUE BEETHOVEN NUNCA ENVIÓ (II)





En nuestra entrega anterior de “Pseudoculturales” (“https://pseudoculturales.blogspot.com/2019/09/la-carta-de-amor-que-beethoven-nunca.html?m=1”) destacábamos que la misteriosa carta de amor que se encontró entre los documentos personales de Ludwig van Beethoven luego de su deceso, fechada en un año incierto de días 6 y 7 de julio (probablemente 1812), no poseía el nombre de ninguna destinataria. Mucho se ha escrito sobre por qué razones Beethoven conservó consigo esa misiva como papel muy íntimo por el resto de su vida, y a quién pensaba dirigirla, mas todo se ha mantenido en el plano de las conjeturas.

No fuera de creerse que Beethoven era tímido o un negado en materia de amores. Como recuerda su amigo desde la infancia el Doctor Franz Wegeler de aquél por 1801, “En Viena estaba Beethoven, al menos durante el tiempo en que allí viví, siempre en asuntos amorosos y había hecho a veces conquistas que para muchos Adonis, aunque no imposibles, les habría resultado difíciles” (Wegeler, 1838: 43). No era tan cierto eso de que “si podía haber algo serio salía huyendo”, pero el hecho es que nunca concretaba emocionalmente. En realidad, el problema era que Beethoven tenía exigencias muy altas en lo femenino y solía involucrarse con mujeres de condición social superiores. Al respecto también nos cuenta Wegeler: “Me quiero aún dar cuenta, que hasta donde que me era conocido, cada una de sus amadas era de rango elevado” (Wegeler, 1838: 44). Además, la concentración que requería su Arte, su carácter particular y según algunos, misógino de base (a pesar de su favorable relacionamiento con las féminas), le distanciaban emocionalmente.

Mujeres varias hubo en la vida de Beethoven o por lo menos, se recuerdan muchas en ocasión de analizar su vida sentimental. ¿Pero alguna de ellas podría haber sido la eventual destinataria de la llamativa carta de amor de Beethoven, o se trataba de una desconocida que no registró la Historia? Hemos elegido considerar a seis “aspirantes” como probables para haber recibido esa nota, acorde a un criterio muy personal. Pero se escuchan opiniones a favor de otras “candidatas”.


Giulietta Guicciardi (Przemyśl, 1782 - Viena, 1856)

Fue una condesa austríaca, a quien Beethoven comenzó a dar clases de piano por mediados de 1801. Cuando el músico la conoció ella tenía unos 19 años; era bonita, glamorosa y vibrante. Giulietta por su parte estaba impresionada con el genio y el carácter excéntrico de Beethoven. Se asevera que inclusive éste no aceptaba ninguna remuneración por darle clases. A ella le dedicó la célebre Sonata Op. 27 No. 2 “Claro de Luna” (“alla Damigella Contessa Giulietta Guicciardi”). A estarse a una carta del propio Beethoven enviada a Franz Wegeler el 16 de noviembre de 1801 (época difícil en su vida en que además, la sordera comenzaba a sumirle en la tribulación y en la soledad), él comentaba sobre su existencia atormentada la alegría contrastante que le inspiraba “una amorosa, mágica muchacha que me quiere y a quien yo quiero”, que el matrimonio podría brindarle felicidad pero se quejaba que aunque estaba dispuesto a casarse con ella, él no era de su posición social y por entonces no estaba en condiciones de hacerlo (Wegeler, 1838: 39-40). Se dice que inclusive Beethoven le pidió su mano a sus padres y que Giulietta deseaba casarse con él, pero que fue rechazado pese a que la madre de Giulietta estaba proclive. Los padres de Giulietta aunque nobles no eran de fortuna importante, por lo que aspiraban a que ella tuviera un marido de mejor nivel. Ella terminaría contrayendo nupcias con el conde Wenzel Robert von Gallenberg (quien además de noble era un conocido compositor de ballets en la época, de buena solvencia económica) el 3 de noviembre de 1803, y se mudaron en 1805 a Nápoles. De Gallenberg se dijo que era impotente, y que Giulietta poseía un amante del cual tuvo varios hijos, pero no se trataba de Beethoven. Por mediados de 1802 éste rompe su relación con Guicciardi aunque se dice que años después, en 1822 se encontraron en Viena cuando ella estaba por allí de paso. En 1823 Beethoven confesaría a su entonces secretario Anton Schindler (quien además escribió por 1840 una biografía de Betthoven; él creía que la Amada Inmortal era Guicciardi) que estaba enamorado de ella, y que ella lo quería mucho más de lo que alguna vez quiso a su esposo von Gallenberg (Kalischer, 1909 Vol. 2: 243). Entre las pertenencias de Beethoven halladas luego de su muerte en la gaveta del mueble con la misteriosa carta, se encontró también un retrato en miniatura que se cree pertenecía a Giulietta (hay quienes dicen que no sería ella) y que Beethoven conservó toda su vida. Sin embargo, el texto de la carta no parece avalar la suposición de que la Guicciardi fuera la “Amada Inmortal”. Muy difícil, porque a 1812 estaba lejos de Beethoven, salvo que se date la nota en otro año. En la edición de Alfred Kalischer de las cartas de Beethoven, la carta está fechada en julio de 1801 y es explícitamente atribuida para Giulietta Guicciardi (Kalischer, 1909 Vol. 1: 47-53).


Antonie Brentano (Viena 1780 - Frankfut-am-Main 1869)

Antonie Josefa von Birkenstock era una noble quien se había casado el 23 de julio de 1798 con el próspero comerciante de Frankfurt Franz Brentano (no confundir con el filósofo homónimo, aunque tenían un parentesco), pasando a residir en dicha ciudad. En ocasión de que en 1809 Antonie vuelve a Viena para cuidar a su aquejado padre y arreglar asuntos personales, Beethoven la conocería por 1810 haciéndose amigo de los Brentano, a quienes visitaba frecuentemente. Se cree por algunos historiadores que Ludwig y Antonio estuvieron liados en un affaire por 1812. Ella había viajado a Praga el 3 de Julio de 1812 para llegar a Karlsbad (el lugar en la carta quizá aludido como “K.”, aunque algunos piensan que se trataría de Karlsruhe, a unos 16 kilómetros de Karlsbad) el 5 de julio (Kopitz, 2001: 115-144). Oh casualidad, Beethoven al otro día 4 salía vía Praga para Teplice. Algunos opinan que se habrían visto en Praga o en Karlsbad por esas fechas. Antonia Bretano tuvo el 8 de marzo de 1813 un hijo, Karl Josef, y no falta quien crea que era de Beethoven, pero todo indica que por julio de 1812 ella ya estaba embarazada de su esposo (en realidad, con Beethoven no nos dan mucho las fechas entre julio de 1812 y marzo de 1813) y se conoce que Beethoven, quien era un caballero, nunca habría tenido una relación con una mujer de una familia de la cual era amiga; así surge de una carta escrita por el verano de 1808 al matrimonio Bigot, escrita para calmar los celos del esposo de Marie Bigot y aclarar las cosas, en ocasión de haberle un día invitado a da un paseo. Beethoven dedicó las variaciones Diabelli Op. 120 (1819-1823) a “Frau Antonia von Brentano”. En sus cartas se le dirigía como “My honorable amiga”, lo cual evidencia un tratamiento respetuoso. En 1816 Antonie Brentano vuelve a Frankfurt, donde se convirtió en una importante figura de la sociedad, de la cultura y de la beneficencia en esa ciudad (fue conocida allí como “la madre de los pobres”). Beethoven mantuvo correspondencia con ella pero también con su hermana Bettina, y con el esposo de aquélla Franz.


Anne Marie von Erdödy (Arad 1779 - München 1837)

Aristócrata de origen húngaro, de apellido originalmente von Niczky, fue amiga y confidente de Beethoven. Se casó el 6 de junio de 1796 con Peter von Erdödy, del cual se separaría de él por 1805. A ella dedicó los dos tríos para piano Op. 70, las sonatas para cello Op. 102, y la canción en canon “Glück zum neuen Jahr”. Si bien Beethoven vivió cerca de su casa entre 1808 y 1809, nada indica que hubiera existido una relación amorosa con su amiga. Dicho sea de paso, Anne Marie tenía una relación sentimental con su secretario y músico, Johann Xaver Brauchle.


Therese Malfatti (Viena 1792 - Viena 1851)

Sobrina del médico de Beethoven (célebre en su tiempo) Johann Baptist Malfatti e hija del rico comerciante Jacob Friedrich Malfatti, se relata que Beethoven estuvo por casarse con ella habiéndole propuesto matrimonio por 1810, y que inclusive había pedido a Bonn su partida de bautismo para organizar la boda. También, como en otros casos, fue rechazado por la familia de Therese debido a la diferencia social. Sin embargo, continuaron siendo amigos. Se dice que Beethoven había dedicado a ella el manuscrito de “Für Elise”, que Therese conservaba entre sus papeles personales (supuestamente perdido por Ludwig Nohl, discípulo de Beethoven). Cuenta una historia que Beethoven le dedicó el manuscrito, avergonzado cuando Therese le recriminó cómo había podido titularlo “Para Elisa” (supuestamente en honor de Elisabeth Röckel, según Klaus Kopitz), cuando pensaba casarse con ella. Therese contrajo matrimonio con el noble Wilhelm von Drossdik, en 1816.


Johanna Reiss van Beethoven (1786-1869)

Casada con Kaspar Karl van Beethoven (hermano de Ludwig y contra su aprobación) el 25 de mayo de 1806, se le atribuye amoríos con ella, o al menos que ella una vez le espetó que la odiaba porque en el fondo la deseaba. El matrimonio con Kaspar Karl no funcionó; se llevaban entre sí mal, y ella le fue infiel siempre que pudo. Se ha querido insinuar un supuesto encuentro amoroso entre Ludwig y Johanna por julio de 1807 en Karlsbad, versión de la cual hace en cierta forma caudal la película “Amada Inmortal”, y es un gran error. Decididamente, la opción de Johanna Reiss como “Amada Inmortal” de Ludwig van Beethoven es descartable. En realidad, Beethoven odiaba a Johanna y la tenía en muy mal concepto, considerándole una depravada y mala mujer de baja estofa. Cuando su hermano Kaspar al morir de tuberculosis en 1815 le confió a su hermano Ludwig la tutela de su hijo Karl, surgió luego que le había dado la custodia también a Johanna. Beethoven sostuvo un diferendo judicial contra ella por la tutela de su sobrino Karl, obteniendo su custodia en exclusiva en 1816. Johanna intentó recuperar la tenencia en 1818, pero finalmente se le desestimó en 1820, y Ludwig quedó como único tenedor. Nuestro músico tuvo que lidiar con su sobrino y tutelado Karl porque éste se le rebelaba, y se escapaba para ver a su madre aunque su tío Ludwig se lo prohibía. Beethoven no le transmitió mucho afecto, a lo que se sumaba además su decepción porque su sobrino no tenía talento musical y quería iniciar una carrera militar. Esta situación conflictuó tanto a Karl que intentó suicidarse por el 31 de julio de 1826 con dos pistolas, pero viviría mucho más para tener una existencia tranquila, falleciendo recién por 1858.


Hemos mencionado a cinco posibles candidatas a ser la “Amada Inmortal” de Ludwig van Beethoven. Nos hemos reservado nominar a una sexta, para nosotros la favorita. ¿De quién se trata? Como se dice en la entrega de los Óscares: “And the winner is…”

Les ofrezco estas versiones de la Sonata “Claro de Luna” y de las Variaciones Diabelli, interpretadas respectivamente en piano por Daniel Barenboim y por Gavin Arturo Gamboa.

Esta historia continuará.


https://www.youtube.com/watch?v=q5OaSju0qNc

https://www.youtube.com/watch?v=NPfvtNkca1Y


Algunas fuentes de consulta:

KALISCHER Alfred, “Beethoven’s letters. A critical edition with explanatory notes by Dr. A.C. Kalischer, translated by preface by J.S. Shedlock B.A.” Volume One, MCMIX, London, J.M. Dent & Co.
KALISCHER Alfred, “Beethoven’s letters. A critical edition with explanatory notes by Dr. A.C. Kalischer, translated by preface by J.S. Shedlock B.A.” Volume Two, MCMIX, London, J.M. Dent & Co.
KOPITZ Klaus Martin, “Antonie Brentano in Wien (1809-1812). Neue Quelle zur Problematik ‘Uunsterbliche Geliebte’”, en “Bonner Beethoven Studien” Vol. 2, Bonn, Beethoven Haus. 2001.
WEGENER Franz - RIES Ferdinand, “Biographische Notizen über Ludwig van Beethoven von Dr. F. G. Wegeler und Ferdinand Ries”, Coblenz, bei K. Bädeker, 1838.





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